¿Arqueólogo o Paleontólogo?
Aprovecho un artículo reciente de La Vanguardia, que me ha resultado curioso, para poner de manifiesto la
desinformación, no intencional por supuesto, que ocurre muchas veces en algunos
ámbitos de la divulgación en temas arqueológicos, como puede ser, en este caso,
en la prensa en general. En la primera clase del curso Ilustra Arqueología de
@illustraciencia utilicé algunas bromas para comentar a los alumnos la
constante confusión (y sucede a nivel internacional) entre paleontología y
arqueología, debido a que, por alguna razón que desconozco, de forma bastante
generalizada, en ámbitos diversos se asume que los arqueólogos excavamos "dinosaurios".
Nuestros amigos de La Vanguardia quizás deberían apuntarse a la siguiente
edición de #ilustraarqueología, o a #ilustrapaleontología que imparte mi compañero Hugo
Salais, para distinguir bien entre lo que estudia cada una de estas ciencias
:). Destaco que es de muy de agradecer la publicación de noticias relacionadas
con la arqueología, que habitualmente vemos en prensa, como es precisamente el
caso de La Vanguardia y precisamente de la mano de David Ruiz, quien firma
también este artículo, y cuyos artítulos en muchas ocasiones yo misma he compartido en mi
página; pero a veces la búsqueda de un titular atractivo nos puede llevar a que
una arqueóloga tenga material nuevo para un chascarrillo, al comenzar la
primera clase en el próximo curso ;).
Bromas aparte este post es solo una
excusa, con un poco de humor, para dar visibilidad a la arqueología como
ciencia, esa profesión que a todos les gusta, pero que ni siquiera existe
realmente como tal a nivel estatal, y que la mayoría desconoce cómo se
desarrolla realmente. Errores cometemos todos, y yo por supuesto la primera, y
gordos, jajaja :).
Vamos al lío, si pudiésemos afirmar algo parecido a lo que
dice el titular del artículo, en todo caso los búlgaros del neolítico tendrían
interés por la paleontología, ya que la arqueología se interesa, efectivamente
como dice el artículo, por el pasado; PERO EL PASADO DEL SER HUMANO. Es decir,
de forma muy muy muy simplista los arqueólogos estudiamos las formas de vida de
las sociedades del pasado a través de sus restos materiales (artefactos,
construcciones etc.). En resumen, en el lenguaje usado en el artículo por David
Ruiz, nuestro antepasado neolítico búlgaro estaría siendo "paleontólogo
por un día", ya que se interesó por un ser vivo que vivió hace millones de
años y no "arqueólogo", puesto que el erizo no es un artefacto
generado por el hombre, es un fósil con más de 40 millones de años, como se
cita en el propio texto. Por supuesto que ya en el mundo real, el hallazgo de
esta pieza a nivel arqueológico es realmente muy interesante, pero precisamente
por eso nuestro trabajo es multidisciplinar, y contaríamos con un especialista
en ese ámbito para estudiar el fósil. A su vez, la pieza se convierte en
artefacto si hubiese sido manipulada como fuente de materia prima para generar
algún tipo de objeto; pero simplemente su atesoramiento ya es de enorme interés
arqueológico pudiendo haber sido usado con fines varios sin ser modificado y
abre el campo para la generación de hipótesis de trabajo variadas. Dicho esto,
por supuesto que se puede constatar en muchas ocasiones, y desde etapas
tempranas, el interés de nuestros antepasados por objetos o elementos de su
propio pasado, que es lo que David nos cuenta en el artículo. Esto también lo
comentamos en nuestra primera clase. Es más, mi principal línea de
investigación centrada en joyería, comenzó precisamente hace 20 años con una
cuenta de collar de azabache localizada en un castillo medieval, que
posiblemente había sido atesorada tras ser localizada casualmente en una
remoción de terreno en una villa romana, que los habitantes del castillo
estaban utilizando en ese momento como espacio de enterramiento. Los humanos en
algunos sentidos molamos mucho (y los dinosaurios también :P).
Link al artículo:
AMM