Hasta siempre Museo de las Alhajas
Los sinsentidos en el mundo del patrimonio y la cultura son lamentablemente el pan de cada día. Nos escandalizamos por la destrucción de monumentos a miles de kilómetros, porque ser comprometido en redes sociales es "cool"; pero miramos para otro lado cuando desaparece patrimonio al lado de nuestra propia casa. Poner fotos de Notre Dame o Palmira es glamuroso, pero poner fotos de un monte donde a simple vista no se ve nada, que han arrasado las máquinas, pero que albergaba un yacimiento arqueológico, cuya pérdida patrimonial es equiparable, no tanto.
Esto mismo podemos aplicarlo a la labor personal de amantes de la cultura que han hecho posible la recuperación y el disfrute de partes muy importantes de nuestro patrimonio, que de otra forma se hubiesen perdido irremediablemente. Labor en muchos casos basada en décadas de trabajo y esfuerzo personal de investigación y tiempo no remunerado, al que en ocasiones se ha dedicado toda una vida. Podría contaros el caso de un erudito, amante de la historia , viajero empedernido, que legó su maravillosa biblioteca a su pueblo natal antes de fallecer y cuyo legado terminó en la basura porque eran "libros viejos que no interesaban a la los lectores y ocupaban mucho espacio"; ejemplos anónimos víctima de la ignorancia o la estulticia, como ese, hay muchos lamentablemente.
Este es
el caso incomprensible también del legado de incalculable valor
patrimonial generado por la familia Carvajal Cavero durante casi 60 años,
centrada en la recuperación de indumentaria y joyería popular del entorno de la
Vía de la Plata. En 2011, la colección comenzó su andadura como museo gracias a
esta generosa y desinteresada labor de una familia implicada con el patrimonio,
con un nombre propio a destacar, Olga Cavero, a cuya labor ha dedicado toda su
vida, implicando con su entusiasmo en primer lugar a su marido y
posteriormente al resto de la familia. Desde entonces, el "Museo de las Alhajas
de la Vía Plata" se convirtió en un referente de la cultura tradicional, con
joyas únicas que podían ser ahora disfrutadas por el público en general.
En estos años se han expuesto parte de las joyas que forman parte de esta
magnífica colección, pero no todas, ya que la labor de la familia Carvajal
Cavero se ha visto truncada por motivos que son difíciles de comprender, cuando
la localidad de La Bañeza ha sido, gracias a este museo, un centro de
referencia cultural internacional y que albergaba piezas únicas que son
testigo de
la pervivencia de tradiciones, costumbres y creencias; un legado tanto material como inmaterial, que tiene su origen en el mundo antiguo.
El legado y la continuidad de este museo se truncó definitivamente el año pasado; la excusa por parte del consistorio, la falta de acuerdos; la realidad, posiblemente otros intereses muy ajenos a la cultura y un nuevo proyecto museístico que se lleva anunciando meses en medios de comunicación y que posiblemente llevaba mucho tiempo forjándose para el mismo edificio, a la vista de lo sucedido. Me pregunto ingenuamente si en La Bañeza solo existe un edificio musealizable, aunque sé evidentemente que no. El maravilloso palacio modernista que albergaba parte de esta magnífica colección y que era un marco perfecto, desde el año 2011, para el "Museo de las Alhajas de la Vía de la Plata" pasará, según declaraciones del propio consistorio, a ser "La Casa de la Poesía", en el que la Junta y el Ayuntamiento de La Bañeza quieren poner, según se desprende de las declaraciones en prensa en los últimos meses, toda su energía e inversiones, ya que en palabas del propio regidor "queremos que la gente, cuando piense en cultura, piense en La Bañeza". Bien, esperemos que la futura "Casa de la Poesía", o cualquier otro proyecto museístico con el que literalmente se reemplazará al extraordinario "Museo de las Alhajas de la Vía de la Plata", único en muchos sentidos, y que ponía desde hace una década a La Bañeza en el mapa de la cultura y el patrimonio, se convierta en un referente en su campo, como fue su predecesor. Para mí personalmente, como arqueóloga, profesional de la gestión del patrimonio y especialista en el uso histórico-arqueológico del azabache, joyas de las que el museo tenía una colección extraordinaria; y para muchos otros amantes y profesionales del patrimonio en general, será un ejemplo más de la sinrazón que rodea la cultura en este país. El patrimonio que se deja morir hoy es imposible recuperarlo mañana y las buenas palabras se las lleva el viento.
Desde aquí nuestro humilde homenaje a Olga Cavero, patrona de la Fundación rectora del Museo, por su ingente, desinterasada y magnífica labor de toda una vida atesorando un patrimonio que sin su labor posiblemente ya no existiría; y por haber conseguido implicar a su familia en la salvaguarda de un legado patrimonial que es de todos, pero que lamentablemente no todos se dedican a cuidar, y menos con semejante implicación y esfuerzo personal. Y también por supuesto a su hijo, Julio Carvajal Cavero, el que fuera director del ya desaparecido Museo, por su magnífica labor y también arduo trabajo de investigación y documentación en torno a las piezas que conforman tan magnífica colección. Gracias a ambos también por su gran generosidad y tiempo, al permitirme disfrutar hace unos meses, sin previo aviso, y ya con el Museo cerrado al público definitivamente, de la última muestra de la colección expuesta en el Museo y por la maravillosa, inolvidable y exquisita visita guiada realizada por Doña Olga pieza a pieza, cargada de pasión, conocimiento, anécdotas, vivencias, recuerdos y una gran carga de desilusión, compartida, frente a la sinrazón.
Como legado de este trabajo podéis visitar su página web
(www.museoalhajas.es) y sus redes sociales, donde se mantiene viva esa actividad de visibilización
de nuestro patrimonio, de la mano también de conferencias, múltiples actividades y publicaciones
desarrolladas durante años.
Dejamos aquí el vídeo despedida del Museo de las Alhajas con imágenes de la última exposición, dedicada a Salamanca, en el canal de Youtube del Museo: https://www.youtube.com/watch?v=UBalUo4BDiM&t=405s
AMM (Andrea Menéndez)